Los Eternos Proyectos

Muchas veces hemos escuchado que una de las principales debilidades de los proyectos es que no se apegan a las proyecciones de tiempo iniciales, o sea que en la mayor parte de los casos los proyectos terminan atrasados, al no cumplir los tiempos pactados previamente. Es probable que esta característica sea la causante de un fenómeno incoherente bastante común en nuestro entorno: ¨Continuar llamando proyectos a los productos¨.

¿A qué me refiero?

Muchas veces los productos de los proyectos siguen siendo denominados proyectos mucho tiempo después de la entrega final, esta situación es muy común en proyectos de infraestructura donde los involucrados pueden fácilmente identificarse con un espacio físico (voy para el proyecto, hoy duermo en el proyecto), aunque también ocurre con proyectos de otra índole, por ejemplo los famosos proyecto de reciclaje. Algo así como una historia de nunca acabar.

En ocasiones los mismos centros educativos son los causantes de esta confusión al denominar al proceso de elaboración de una tesina ¨Proyecto Final de Graduación¨ o bautizar las iniciativas de trabajo comunal como ¨proyectos comunitarios¨.

Pero los programa no están exentos de este hábito los programas en Costa Rica aún nos referimos al ¨Programa de Reordenamiento Urbano de la Gran Área Metropolitana (PRUGAM)¨ por su nombre científico, a pesar de ser un programa finalizado, desconociendo los productos del esfuerzo. La misma suerte corrió hace unas décadas el otrora celebre ¨Programa de Erradicación del Gusano Barrenador¨

Incluso me atrevería a afirmar que esta equivocación guarda una relación de parentesco con la que llenó diversos cantones de Costa Rica con barrios homónimos ¨INVU¨.

Los proyectos son esfuerzos temporales que buscan producir un producto específico, una vez finalizados los proyectos la referencia debe ser al producto por su nombre ya que el proyecto ha pasado a mejor vida. Bajo esta lógica es imposible inaugurar un proyecto de vivienda, se podrá inaugurar un residencial, un condominio o una casa pero el proyecto debe haber desaparecido para el momento del evento de inauguración.

Bajo esta lógica se facilita la identificación del alcance del proyecto y el alcance del producto, el primero se refiere a todas las características que harán posible la concepción del producto, mientras que el segundo se refiere a las características propias del producto, en otras palabras lo que perdura sería el alcance del producto, mientras el esfuerzo realizado para producir ese resultado sería el alcance del proyecto,

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Entusiasta de la dirección de proyectos.
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